Honduras aplasta a Haití y retoma el liderato en la Eliminatoria Mundialista de Concacaf

Honduras vivió una noche perfecta en el Estadio Chelato Uclés, imponiéndose con autoridad 3-0 sobre Haití en su camino hacia el Mundial. 

Bajo la dirección de Reinaldo Rueda, la Bicolor dejó atrás el tropiezo del partido anterior y volvió a lo más alto de su grupo en las Eliminatorias de Concacaf, con un juego equilibrado, potente en ataque y firme en defensa, el equipo catracho demostró carácter y oficio ante su afición.

Honduras salió como una bala desde el pitazo inicial,  apenas corría el minuto 3 cuando Joseph Rosales encendió las alarmas con un cañonazo que obligó al arquero de Haití, Johny Placide a moverse para desviar al córner. La presión no cesó: Rosales volvió a inquietar con un zurdazo milimétrico que rozó el poste, mientras que “Choco” Lozano y “Bambino” Rivas merodeaban el área sin poder concretar por centímetros, el gol se sentía inminente.

La explosión de júbilo no tardó en llegar, al minuto 17, Rigoberto “Bambino” Rivas rompió la defensa con una carrera inteligente tras un pase filtrado y, con un toque sutil por encima del arquero, firmó un gol de antología para poner en ventaja a la Bicolor. El VAR entró en escena para despejar dudas y, tras validar la jugada, la celebración estalló en todo el Estadio Nacional.

Solo ocho minutos después, el turno fue para Antony “Choco” Lozano, el delantero catracho cronometró a la perfección su movimiento, rompió la trampa del fuera de juego, se sacó de encima a un defensor con categoría y definió con elegancia al segundo palo para el 2-0.

Antes de que el primer tiempo expirara, Romell Quioto se encargó de cerrar la primera mitad con broche de oro, robó un balón dentro del área haitiana y, sin titubeos, fusiló a Placide con un derechazo imparable que sentenció el 3-0.

En el segundo tiempo, Honduras administró la ventaja con inteligencia, aunque bajó la intensidad del primer tiempo, nunca soltó el control del partido. Luis Palma se convirtió en un dolor de cabeza por la banda derecha, generando jugadas de peligro y forzando varios tiros de esquina. Reinaldo Rueda aprovechó para refrescar el equipo con los ingresos de Carlos Pineda, José Mario Pinto y Luis Vega, manteniendo el ritmo sin perder el orden, incluso con una molestia física que obligó a Getsel Montes a exigirse al límite, la zaga catracha no se descompuso y mantuvo el cerrojo hasta el final.

En los minutos finales, Haití buscó el descuento con insistencia, pero se encontró con un muro bajo los tres palos: Édrick Menjívar. El guardameta hondureño respondió con firmeza cada vez que fue exigido, sellando su arco con seguridad. El silbatazo final puso punto y aparte a una noche redonda para la Bicolor, que no solo sumó tres puntos, sino que también recuperó confianza, ritmo y esperanza en su camino hacia el Mundial de 2026.